Malvina Sarduto (35) fue hallada culpable por el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 como coautora de robos a viviendas, por más que no haya estado en los lugares. Deberá cumplir una condena de 6 años y 6 meses de prisión.
El Tribunal Oral en lo Criminal N°1 condenó a 6 años y 6 meses de prisión a una mujer por escuchar la radio policial y advertir a delincuentes para que puedan concretar una serie de robos en viviendas. Además, quedó demostrado que la imputada utilizaba a su hijo menor de edad para cometer los asaltos
En un juicio abreviado, el juez Facundo Gómez Urso encontró culpable a Malvina Sarduto (35) de ser coatura de al menos tres robos a viviendas, a pesar de que la mujer no hubiese ido hasta los lugares de los hechos y operaba desde su casa escuchando handys con la recuencia policial sintonizada.
Según lo que se demostró en el juicio, para Gómez Urso quedó demostrado que Sarduto utilizó a su hijo para cometer los asaltos, quien en dos hechos investigados actuó acompañado de otros hombres.
En cada uno de los robos, se pudo demostrar que la mujer mantenía comunicaciones con su hijo, para alertarlo de las actuaciones de la policía y así poder asegurar la concreción del robo.
“La mujer codominaba la configuración de los hechos, de modo tal que tenía para sí la decisión de ejecutarlos, continuarlos o frustrarlos”, expresó el juez en la condena y agregó: “Decisiones que podían implicar una readecuación o, eventualmente, renunciar al robo. Con capacidad para advertir cualquier llamado a la policía y su próximo arribo al lugar, favoreciendo así la consumación, la fuga del resto de la banda y la impunidad de todos”.
Los hechos por los que fue condenada Sarduto ocurrieron entre julio y septiembre de 2016. Uno fue en una casa de Hernandarias al 6100, otro en la iglesia “El rocío de tu amor”, de Antártida Argentina 3700 y el restante en el Bosque Peralta Ramos, en Las Caroyas, entre Las Margaritas y Yanquetruz.
En cada uno de los casos se advierte como los hombres que actúan en los robos mantienen comunicaciones telefónicas con la imputada.
Tanto para el juez, como para el fiscal Mariano Moyano, Los hechos se encuentran probados. La línea telefónica usada por la mujer se encontraba intervenida y se encuentran grabadas las comunicaciones entabladas por la imputada mientras se hallaba a la “escucha” de un handy con la frecuencia policial.
Para Gómez Urso, los diálogos resultan contundentes y claros en relación al aporte de la mujer, pero también los calificó de “preocupantes y alarmantes, ya que dejan a la vista que una banda, con capacidad logística y material, tiene para sí el dominio abierto de la vía pública y la decisión de dónde y a quién asaltar según sus criterios”.
Además de haber comprobado que la voz que se escucha es la de la mujer, en un allanamiento en su casa se encontró en su poder un teléfono Nextel utilizada durante los asaltos, como así también otros celulares, entre ellos el utilizado por su hijo. También se incautaron en el lugar dos handys con la frecuencia policial sintonizada.
Con todos estos elementos, y valorando que Sarduto tuvo un rol fundamental en los asaltos, ya que constituyó el “salvoconducto de todos los que llevaran a cabo los robos”, es que Gómez Urso consideró a la mujer como coautora de los hechos.